
Constantino vive en un lugar donde no llueve casi nunca. Por eso la tierra está seca y las personas muy tristes. Preocupado, Constantino imagina cosas que puedan cambiar la situación. Muy ilusionado, las lleva a la práctica con sus amigos. Si no dan resultado, no se desaniman y prueban otra cosa. ¡Y finalmente lo consiguen!
Quiero felicitarlos por haberse animado a leer solos. Me alegra que les haya gustado este cuento.
ResponderEliminarAhora a quitarse los miedos a leer en voz alta y a seguir practicando.
Seño Melisa